Lámparas TDP: el calor que cura

Las lámparas TDP son un tipo de terapia de infrarrojos que usamos en acupuntura y que nos ayudan a tratar diversas dolencias, entre ellas las musculoesqueléticas, al promover la circulación sanguínea y aminorar los procesos inflamatorios en el organismo. Aunque no hay demasiada literatura sobre este tipo de terapia en español, aquí os dejo un artículo con detalles sobre su historia, beneficios y usos, así cuento cómo las suelo usar con mi pacientes:https://cuppingresource.com/tdp-lamp/

En el vídeo que acompaña este texto podréis ver cómo las he usado con una paciente en particular y que ejemplifica alguna de las formas de uso de esta maravillosa herramienta terapéutica.

Breve descripción de su uso terapéutico en una paciente en una sesión:

Ante todo cabe remarcar, que mientras uso las lámparas suelo hacer muchas otras cosas, como moxibustión, o diferentes técnicas acupunturales según requiera el caso. La idea es mostrar la versatilidad de su uso en clínica, y si bien aquí las he usado conjuntamente con agujas, se pueden usar perfectamente sin ellas, como es común en algunos países de Asia, donde hay clínicas dedicadas exclusivamente a esta terapia.

En primer lugar las usamos para tratamiento local de una inflamación que restringe parcialmente el movimiento de antepulsión del hombro, decido puntuar usando el punto “ashi” más reactivo en la zona implicada y la zona refleja en la muñeca de acuerdo a la teoría de las zonas reflejas de la mano que propone la manopuntura coreana y dejé una aguja corta de estilo coreano en el punto más reactivo. Las lámparas TDP se dejaron unos 10 minutos. Tras retirar las agujas volvimos a comprobar la movilidad del hombro, y la paciente notó una mejora considerable.

En segundo lugar las usé conjuntamente para la tonificación de los puntos shu dorsales (la imagen no sale en el vídeo), con agujas retenidas en la espalda usando una técnica llamada chishin. Para finalizar su uso las dejamos unos minutos más en la planta de los pies, ya apagadas, para aprovechar el calor residual y a su vez “descender el qi” hacia la planta de los pies.