La piel de la mandarina

Las humildes cáscaras de la mandarina (citrus × tangerina) que generalmente desechamos después de tomarlas, son un ingrediente clásico de muchas de las fórmulas de la medicina tradicional china, y especialmente apreciadas las que son añejadas durante varios años.

Cáscaras de mandarina secándose al sol

Cáscaras de mandarina secándose al sol

Aunque su uso suele ser en combinaciones de otros productos de origen vegetal y animal que no son fáciles de conseguir en Europa, si las vamos juntando y dejándolas secar al sol, las podemos usar en la cocina o bien en infusiones.

Es importante que sepamos el origen de las mismas, y que preferentemente usemos la piel de mandarinas que no hayan sido fumigadas con pesticidas, que podemos conseguir de un mercado local o bien en una tienda de productos biológicos. Una vez secas, las podemos guardar para su uso cuando las necesitemos, por ejemplo durante los meses de invierno para hacer infusiones. En mi caso, durante la temporada de mandarinas que abarca desde el otoño a parte del invierno en Europa, ya se ha vuelto un pequeño ritual dejar secar las cáscaras para ir usándolas durante el resto del año. Es importante que las cáscaras queden crujientes, duras y secas, este proceso puede llevar desde cinco días a una semana dependiendo de la humedad y el tipo de clima donde nos encontremos. En el mediterraneo donde generalmente tenemos abundantes días soleados incluso en invierno, el proceso suele ser bastante rápido. Antes de dejarlas a secar al sol si queremos quitarle parte su amargor característico, podemos remover cuidadosamente con un cuchillo el albedo o mesodermo interno que suele ser amargo en todos los cítricos, este procedimento también se llevará consigo algunos de los aceites esenciales pero hará su sabor un poco menos fuerte. Esto quizás sea lo mejor para quienes las usan para cocinar o para hacer mermelada. Los que gustáis del sabor amargo que de por sí se considera enfriador podéis secarlas con más paciencia dejando este tejido tal como viene adherido a la cáscara. 

Al igual que en otros cítricos la piel es una rica fuente de diferentes compuestos químicos con propiedades medicinales como la famosa hesperidina. Con la piel es tradicional también elaborar licores medicinales.

Cáscaras ya secas listas para almacenar

Meridianos que beneficia: Pulmón, Bazo y Estómago.

Usos: tonificar el qi, eliminar la humedad anormal, como la mucosidad que se genera durante un resfriado. Tonificar el Bazo, mejorar la digestión. etc.

Precauciones: en el contexto de la medicina tradicional china se le suele otorgar una energía cálida al (chén pí 陈皮), lo cual significa que no debemos usarlo cuando tenemos signos de calor anormal, como por ejemplo el rostro enrojecido o la lengua roja. Aunque esto puede ser verdadero en muchos casos, lo mejor es experimentar con uno mismo la cantidad y el efecto que nos produce su uso, por ejemplo en infusiones.

A disfrutar de la infusión

A disfrutar de la infusión

Más allá del aspecto curativo que indudablemente poseen, personalmente disfruto de agregarlas a las infusiones, especialmente combinado con jengibre o Sheng Jiang, que también tiene afinidad con los meridianos y con el tipo de energía cálida que tiene la piel de la mandarina, y también por su sabor ligeramente ácido y  el aroma delicado que emanan cuando las dejo secar en la estufa durante el invierno. Creo que aquellas cosas que nos gustan, más allá de sus propiedades terapéuticas reconocidas, si generan algo positivo en nosotros mismos al consumirlas,  ya nos están ayudando a sentirnos mejor y a sanar.

INFUSIÓN DE JENGIBRE Y CÁSCARAS DE MANDARINA

Una receta sencilla para elaborar con las cáscaras de la mandarina es en infusión: se ralla jengibre junto a las cáscaras y se deja hervir a fuego lento unos 10 minutos. Una variación de esta deliciosa infusión en agregarle un poco de canela en rama cinnamomum verum que también posee un tropismo hacia el pulmón en las ideas tradicionales y posee una energía cálida. Aunque es importante destacar que la canela que se usa en las fórmulas herbolarias chinas guizhi no es la canela en rama sino otro árbol de la familia, pero debido a que no es fácil conseguirla podemos usar la canela normal con un efecto parecido al de el guizhi. En resumen, de la combinación de estas tres substancias obtendremos una infusión de sabor agradable y que nos ayudará a pasar el invierno mejor, y si nos hemos resfriado, ¡alejarlo un poco más rápido!

aceite esencial de Mandarina:

Otra forma con la que he experimentado en los últimos años, es vaporizando el aceite esencial diluido en agua con la ayuda de un humidificador y suelo usarlo cuando trato a mis pacientes de acupuntura, especialmente cuando por ejemplo trato a alguien con algún desequilibrio en los meridianos a los que hago referencia antes o simplemente cuando necesito un aroma cítrico y fresco en el ambiente. Este aceite parece tener una energía más diurna y activadora, por ende no suelo usarlo mucho después de la caída del sol. Como sucede con las mandarinas, a la hora de utilizar un aceite esencial es mejor que sea de buena calidad y el precio suele ser un indicador muchas veces de la misma, por ende es mejor evitar los aceites baratos que ahora se venden incluso en los supermercados y están generalmente mezclados con otras sustancias y solo tienen una pequeña proporción de aceite esencial.